Japón vende vuelos a ninguna parte

El impacto de la pandemia provocada por el Coronavirus sin duda ha afectado con fuerza al transporte aéreo. Tal es así el nivel de afección, que Japón vende vuelos a ninguna parte, para mantener su flota de aviones para que sus sistemas de vuelo no se degraden.

La imaginación forma parte de las herramientas que se están utilizando para  sobrevivir al fuerte impacto causado por la crisis sanitaria provocada por la pandemia del SARS-CoV-2.

Los aviones se llenan de pasajeros que no volarán a ningún lugar, pues simplemente no se han flexibilizado los vuelos aéreos en su totalidad.

Sin embargo, las aerolíneas viven del turismo y si este se paraliza el sector desaparece del mercado. Por lo tanto, el ingenio forma parte de la solución, para que los aviones vuelen, sin ir a ningún lugar.

Las tortugas voladoras de ANA

Hace unos meses la aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA) adquirió tres aviones de gran tamaño (3 Airbus A380), cuyo destino sería cubrir la ruta Tokio – Honolulu (Hawái). La original decoración de estos tres aviones de colores azul, verde y naranja, son unas hermosas tortugas.

Sin embargo, a raíz de la crisis sanitaria y con las restricciones impuestas por Hawái, a los aviones extranjeros, se les prohibió aterrizar en la isla, lo cual por supuesto representó un gran problema para All Nippon Airways. Al igual que para las demás aerolíneas que vuelan a ese destino.

En consecuencia, las tres tortugas Airbus de ANA recién adquiridos no podrían activar la ruta planeada. Así All Nippon Airways haciendo uso de su creatividad, organizó para este mes de agosto un vuelo con una de las tortugas con destino hacia “ninguna parte”.

Pues, los aviones deben volar por lo menos 1 vez cada tres meses y volar un avión sin pasajeros genera altos costos. Así que este Airbus despegará del aeropuerto de Tokio y se elevará para volar durante una hora y treinta minutos dando vueltas sobre el aeropuerto con su avión repleto de pasajeros.

No es un vuelo gratis, los pasajeros pagarán por “viajar” en clase turista 154 euros, por volar en Business 283 euros y 400 euros por viajar en primera clase. A pesar de que se pensaba que era una idea descabellada, los boletos se vendieron. Inclusive, debido a la alta demanda para subir al avión, se organizó un sistema de lotería.

Así, a través de este procedimiento se seleccionarán a los pasajeros pues la demanda era mayor que los asientos que ofrece la aeronave.

Por qué las personas vuelan a ninguna parte

Todavía no se explica por qué razón las personas pagan un billete hasta de 400 euros por montarse en un avión que no volará a ningún destino, pues parece ciencia ficción.

Por otra parte los aviones son muy grandes y atractivos, y para algunas personas tal vez esta sea una de las pocas oportunidades que se le presenten para subirse a uno de ellos.

Pues tal vez cuando cubran la ruta planeada al finalizar las restricciones, el billete cueste dos o tres veces más de lo que pagará por este.

También, es posible que esta vez se monten al avión sin necesidad de volar a  Hawái. Todo lo que sea posible imaginar es válido para darle una explicación a la pregunta.

Sin embargo, All Nippon Airways hizo muchos preparativos para el “viaje”, ya que ofrece a cada pasajero algunos recuerdos y regalos. Al entrar al avión lo encontrará decorado con un ambiente festivo al estilo hawaiano. Adicionalmente, si el pasajero lleva en su vestuario una camisa hawaiana recibirá un avión hinchable como regalo de bienvenida.

Por otra parte, recibirá un cupón de 50 euros, con el cual tendrá la posibilidad de tomar próximos vuelos en la tortuga. También tiene la posibilidad de acumular puntos o los puede cambiar por realizar vuelos gratis o también por algunos obsequios.

Para completar el paquete de recibimiento, los pasajeros que tomen el vuelo recibirán su insustituible kit de bienvenida. Por supuesto de acuerdo al tipo de billete que adquirió, turista, business o primera clase.

De manera que la pandemia ha hecho que las personas eleven su creatividad y su imaginación. La lucha por la sobrevivencia no acaba, en esta oportunidad es el sector del trasporte aéreo el que busca maneras de sobrevivir a la crisis.

Tal vez la idea la copien otras aerolíneas enfocadas en la solución de sus problemas. Asimismo, es muy posible que en otros sectores también salgan a relucir soluciones muy creativas para mantenerse latentes en el mercado en el sector al que pertenezcan.

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