Los japoneses ya usaban mascarillas antes de la pandemia de la COVID-19
Entre los impactos que ha causado la pandemia en la sociedad mundial, provocada por la COVID-19, se encuentra el cambio de hábito en las personas. Y entre ellos, la manera de vestir, ahora el tapabocas es prenda forzosa del vestuario. Es una necesidad, así como los japoneses ya usaban mascarillas antes de la pandemia de la COVID-19
En los inicios de la infección con el nuevo coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de la mascarilla exclusivamente para personal sanitario.
Sin embargo, una vez que el virus se expandía a gran velocidad, se recomendó a toda la población como protección.
Todavía hay personas renuentes a utilizarlas, pues consideran que no es efectiva o no es tan grave la situación como dicen. No obstante, las diferentes poblaciones se van acostumbrando a la idea de que la mascarilla tiene que ser parte del vestuario diario.
Mientras que unos no las usan y otros luchan por adaptarse, en los japoneses ya es un hábito que forma parte de su vida diaria, pues tienen muchos años usando mascarilla.
Es para ellos “un ritual autoprotector del riesgo”, según expresa Mitsutoshi Horii, profesor de Sociología de la Universidad de Shumei en Japón.
Cabe destacar, que el extenso uso de la mascarilla en japón, de acuerdo a varios analistas, es una de las razones por lo cual fue posible controlar la tasa de contagios de la COVID-19 mucho antes que en otros países.
Hasta el 15 de julio Japón presentó la menor tasa de contagio, con relación a países como EE.UU., China, Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá, considerados los países con las economías más poderosas del mundo.
Porqué los japoneses tienen décadas usando mascarilla
Además de ser un ritual autoprotector, también hay otras razones para usarla, siendo el respeto hacia los demás es una de ellas.
Cuando alguien está enfermo y lo visitan, la usan para evitar contagiarlo. Además de autoprotección también es una práctica colectiva desinteresada.
En el mismo sentido expresa el profesor, que es una recomendación científica que se hizo a los japoneses hace muchos años, y en esa época fue vista como una adaptación al mundo moderno o a la nueva tecnología.
Por otra parte, hay registros que indican que en la época de 1603–1868, los japoneses utilizaban un pedazo de papel o una hoja de sakaki para cubrir su boca. El Sakaki es una planta que los japoneses consideraban sagrada y así evitaban sacar su “aliento sucio” al ambiente.
Sin embargo, en ese período todavía no se había extendido el uso de cualquier tipo de tapabocas. Explica el profesor Horii que en esa época no había un concepto claro de la limpieza y los efectos que producen los virus y microbios en el cuerpo humano, pero usaban tapabocas.
La gripe española
Después de la ocurrencia de la pandemia de la gripe española a principios del siglo XX, se incorporó el uso de la mascarilla como un hábito permanente en la población japonesa.
Las razones eran de peso, pues el impacto de la pandemia ocasionó alrededor de 23 millones de contagios y 390 mil muertes, cuando en Japón había 57 millones de habitantes, es decir, alrededor del 40% de la población estaba contagiada.
Por lo que el gobierno japonés, señala Horii, «…combinó una estrategia de vacunación, aislamiento y uso de máscaras quirúrgicas o tapabocas para detener esa pandemia, que finalmente ayudó a controlar la crisis».
De hecho, después de la pandemia, la población asumió el uso de la mascarilla “…como parte de su folclor, señalando que las mascarillas además eran una barrera entre el aire puro y la polución».
Cabe destacar que el uso de la mascarilla durante la gripe española se expandió a nivel mundial. Sin embargo, son los japoneses los que la utilizan como parte de su cultura.
Epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS)
El SARS golpeó al sudeste asiático en el año 2003, mientras que en China hubo alrededor de 5.000 contagios y 350 fallecidos.
En Japón solo hubo 2 contagios y 1 muerte reportada, lo cual hizo confirmar a los científicos la efectividad del uso de la mascarilla.
También fue efectiva en 2011, tras el impacto del tsunami a la planta nuclear de Fukushima, ayudando a la población a protegerse de la contaminación ambiental.
En este sentido concluye George Sand profesor de historia japonesa de la Universidad de Georgetown y señala que «es un tema cultural.
Ellos adoptaron el uso de las mascarillas por muchas razones: para proteger a otros o a sí mismos, para ocultar su falta de maquillaje, para preservar su privacidad, o simplemente porque pensaban que las máscaras se veían bien, pero nunca por una imposición del gobierno«.