COVID-19 destaca las brechas económicas existentes en los países de Latinoamérica

Las diferencias económicas existentes en las diferentes regiones latinoamericanas han quedado expuestas, tras los contagios por la COVID-19 en la región. El Coronavirus  ha dejado en evidencias las diferencias que hay entre pobres y ricos.

De acuerdo con datos recientes aportados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cerca de 186 millones de latinoamericanos y caribeños viven por debajo de la línea de pobreza, mientras que 67,5 millones están en situación de indigencia.

El organismo prevé que las cifras se incrementen de manera amplia, debido a la recesión económica que atraviesa el mundo tras la pandemia por el Coronavirus.

La COVID-19 ha tenido un impacto negativo en la economía de América latina y el Caribe, por lo que se espera que crezca la tasa de desempleo, y por tanto se producirá un alza en el índice de pobreza.

Latinoamérica se presenta como una de las regiones con mayor índice de desigualdad. Pero no es hasta la llegada del Coronavirus cuando esta brecha se hace más evidente.

La pobreza y la pandemia

Si bien los sectores pudientes tienen las posibilidades de someterse a un aislamiento social que les permita evitar las probabilidades de terminar contagiados por la COVID-19, son los sectores pobres o barriadas, los que más sufren.

Aunque está enfermedad ataca por igual a ricos y pobres, es evidente que aquellos sectores marginados en los que no llega agua potable y no existen condiciones de salubridad, serán más vulnerables al virus.

Son esa parte de la población que trabaja de manera informal, y que debe salir de sus casas a diario para conseguir el sustento, los primeros en ser expuestos y los que colapsarán el sistema de salud.

Según el informe de la CEPAL, en América Latina y el Caribe cerca de 140 millones de personas trabajan de manera informal, lo que representa aproximadamente al 50% de la población laboral.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estimó que el Coronavirus ocasionó en el segundo trimestre de este año la pérdida de 5,7% de las horas de trabajo. Esta cifra equivale a 14 millones de trabajos de tiempo completo.

El informe expresa que los hogares dependientes de economías informales, presentaron una reducción significativa del flujo de sus ingresos, tras los primeros dos meses de aislamiento.

La brecha es evidente en los países latinoamericanos

Tras analizar cuatro de las ciudades más importantes de esta parte del continente, se pudo apreciar que los barrios han sido las zonas más afectadas por los contagios de COVID-19, en comparación con las zonas más pudientes.

Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México los municipios Iztapalapa y Gustavo A. Madero, son los más afectados por muertes y contagios de cara a la pandemia.

Oportunamente, el informe expresa que se trata de las zonas donde los índices de pobreza en sus ciudadanos son de 35% y el 28,4% respectivamente.

En Argentina el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), realizó una encuesta en la que el 57,6% de las familias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) dijo haber presentado una disminución en sus ingresos, como consecuencia de la pandemia.

La encuesta expresó que el 18,8% de las familias redujo sus ingresos en más de 50%, mientras que el 38,8% vio pérdidas en más de la mitad.

En el caso de Colombia, la Escuela Nacional Sindical expresó en un informe titulado “El trabajo en crisis”, que al menos 15 millones de trabajadores informales han perdido total o parcialmente sus ingresos debido a la crisis.

El Observatorio Pulso de Consumidor de SINNETIC, con el apoyo de la Universidad del Rosario, indicó que las familias colombianas se muestran preocupados ante la necesidad de conseguir los recursos para afrontar los gastos de la canasta básica alimentaria, los servicios públicos y otros gastos.

La mayoría de los casos que registra Colombia están ubicados en Bogotá, pero en los estratos más bajos.

En este país, los estratos sociales van del 1 al 6, cada uno determina las condiciones y la calidad de vida de las familias, definen las clases sociales. 

Cabe destacar que el 45% de los fallecidos pertenecen al estrato 2,  el 25% al estrato 3 y un 17% pertenecía al estrato 1.

Según datos que publicó la Secretaría de Salud de Bogotá, nueve de cada diez muertes por la COVID-19 confirmadas en esta ciudad, son de personas pertenecientes a los estratos del 1 al 3.

En Brasil la situación es similar, el virus entró por la ciudad de Sau Paulo, la cual se presenta como la más rica y poblada del país.

Sin embargo la población de riesgo es la que habita en las favelas y barriadas de bajos recursos. Las razones son las mismas que se han venido exponiendo, la desigualdad en las posibilidades económicas, ya que son los ciudadanos de menores recursos quienes siguieron exponiéndose al contagio en medio de sus jornadas laborales.

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