Coronavirus en Mongolia: cero muertes, cero infectados
Mongolia un país de nómadas, situado al lado de China donde se originó la pandemia y con estrechos lazos con Corea del Sur, tiene cero casos de Coronavirus. Efectivamente desde que empezó la pandemia, el coronavirus en Mongolia no ha ocasionado ni un solo caso de transmisión local de covid-19 y ninguna muerte atribuida a esta enfermedad.
Que hizo Mongolia a diferencia del resto del mundo
La noticia de un nuevo patógeno de la misma familia que el SARS, fue suficiente para alertar a mongoles. Este virus produjo casi 800 muertos y más de 8.000 casos, siendo la mayoría en esa región. Es así cuando el 20 de enero 2020, las autoridades chinas confirman que el nuevo coronavirus, puede transmitirse entre humanos.
Apenas en China se comenzó a confirmar la ocurrencia de la existencia de un nuevo coronavirus, en Ulán Bator al recibir las noticias deciden tomar medidas. Inmediatamente decretan el cierre de escuelas desde el 24 de enero, posteriormente desde el 31 de enero establecen restricciones de movimiento desde China.
También, se decreta la cancelación de las celebraciones por el Tsagaan Sar, el Año Nuevo lunar mongol. Una medida sin precedentes dada la importancia de estas celebraciones. Posteriormente se proclama el cierre total de fronteras y suspensión de todo viaje aéreo internacional, ferroviario o por carretera.
Un sistema de Alerta y defensa contra pandemias, con diez años de preparación
Tras el embiste del SARS a principios del 2000, aunado a una nueva pandemia del virus de la gripe H1N1 en 2009, Mongolia establece un sistema de vigilancia multisectorial. El cual detecta cualquier incidente y emite alertas a los organismos sanitarios.
La capacidad del sistema sanitario de Mongolia, ha permitido a las autoridades abrir líneas directas de comunicación. Con sesiones informativas conjuntas entre el gobierno y la OMS. Esto permitió que, en una etapa temprana del brote, por diferentes canales o redes sociales, tanto el gobierno como el pueblo mongol en general tomaron muy en serio el virus.
La gente ha cumplido de manera obediente con todas las medidas, tomadas por el gobierno mongol. El uso de mascarillas, una práctica con la que están acostumbrados, fue exigida en espacios públicos y por parte de funcionarios, trabajadores de bancos, tiendas o mercados desde enero.
De igual manera, el personal sanitario y líderes comunitarios insistían en la importancia de esta práctica y el lavado de manos. Estas medidas ayudaron inmensamente a contener la propagación de la covid-19, además se produjo una reducción del número de casos de gripe.
Drásticas medidas con consecuencias negativas para muchos
En la capital de Mongolia, se concentra alrededor del 40% de su población total, estimada en más de 1,5 millones. Cuenta con conexiones por vuelo de dos horas para llegar desde Pekín a Ulán Bator y menos de cuatro horas desde Seúl. Lo que facilita la salida de mongoles a estos destinos.
Lógicamente al producirse el cierre violento sus fronteras, se bloqueó la entrada de sus propios ciudadanos, que estaban afuera. Esto puso a miles mongoles en una situación muy complicada en medio de la pandemia. Así mismo, la repatriación de sus ciudadanos en el extranjero, ha sido muy lenta.
En este sentido, las autoridades han establecido un sistema de repatriación a través de la aerolínea estatal MIAT. Sin embargo, esta repatriación se implementa con un duro periodo de cuarentena. De acuerdo a esto, los repatriados a la llegada al país son confinados por 21 días en un centro gestionado por el gobierno. Posteriormente, deben permanecer aislados en casa por14 días.
Según las informaciones, desde febrero hasta la fecha han sido repatriadas unas 13.000 personas. Sin embargo, se calcula que otras 10.000 siguen a la espera de volver. Por otro lado, el mantenimiento de las duras medidas restrictivas, a pesar de los buenos datos, está afectando la vida social de los mongoles.
La prohibición de reuniones supuso un fuerte descenso de la actividad económica, especialmente para los pequeños comercios. La limitación de los horarios de apertura de restaurantes o bares hasta el cierre de museos y cines. Así como la prohibición de que los niños estén en lugares públicos.
Se impusieron restricciones a la gran fiesta nacional, el Festival Naadam y los llamados «tres juegos del hombre», que celebran el día en que Mongolia se alzó como país libre e independiente. Estas fiestas rememoran el imperio de Genghis Khan y terminaron el 15 de julio casi sin público.
Entre enero y marzo, la gente en Mongolia, estaba muy asustada, porque China está muy cerca. Sin embargo, el ambiente se vió afectado durante la reciente campaña para las elecciones parlamentarias celebradas el 24 de junio. Algunas escenas, sin distanciamiento social, durante algunos actos de campaña, provocaron el rechazo de la población.