China se incorpora a la iniciativa del COVAX y la OMS celebra su decisión
Desde que el COVID-19 apareció y se volvió una pandemia, los esfuerzos de la OMS y la industria farmacéutica, han estado volcados a conseguir una cura para esta enfermedad. Lo mismo ha sido el propósito de las naciones de todo el globo.
China, país donde se originó el brote, se había mantenido buscando una cura por cuenta propia. Sin embargo decidió sumarse a la iniciativa del COVAX y la OMS, y la decisión tomada es celebrada y bienvenida. Conoce todo sobre esta gran alianza que crea nuevas esperanzas en el mundo.
“En la unión está la fuerza”, una premisa de la que China decidió hacer parte
Los esfuerzos para encontrar una vacuna que pueda frenar el COVID-19, han sido muchos. Pues hay laboratorios trabajando por su cuenta, países haciendo lo mismo, organizaciones tomando el mando, y algunas fusiones han procurado hallar la combinación efectiva contra el virus.
Una de las alianzas con mayores expectativas, ha sido la iniciativa formada entre la OMS y el COVAX al que ahora se une China. El Dr Tedros Adhanom Gebreyesus, presidente de la OMS ha dado la bienvenida al país asiático, asegurando que se sumará a la distribución equitativa de una vacuna contra el COVID-19.
Aunque China junto a Estados Unidos y Rusia, las otras dos potencias mundiales, habían pasado la carta de no querer hacer parte del programa, el gigante asiático autorizó a su portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores para comunicar su decisión de hacerlo.
La decisión se centra en la posibilidad de a través de la alianza cooperar y garantizar la producción y distribución equitativa de las vacunas, con especial atención a los países en pleno desarrollo.
China tiene en su poder ensayos clínicos de varias vacunas, y es hoy en día la economía más poderosa que se ha incorporado al programa.
Por su parte, la OMS al igual que el COVAX asumen que su presencia facilitará la fabricación y distribución equitativa de la vacuna para fines del 2021.
Alianzas que inspiran
Con la incorporación de China a la iniciativa del COVAX y la OMS, ya son 169 países los que se han sumado al programa. Pero, la decisión del presidente chino al parecer ha inspirado tanto a su homólogo de Corea del Sur como al de Nauru.
El programa de grandes alianzas no tiene precedentes, y ha logrado avanzar en la creación de las inmunizaciones contra el COVID-19. Actualmente hay muchos ensayos en estudio clínico de pruebas con humanos, faltando poco para determinar cuán efectiva es para iniciar su producción.
OMS y COVAX, al igual que los países miembros, insisten en que mientras mayor sea la participación de los países en la iniciativa, mayores serán las posibilidades de desarrollar vacunas efectivas que puedan llegar a todas las naciones rápidamente y con equidad.
De esta manera se daría cumplimiento a la necesidad que dio origen a la alianza. Pues se busca minimizar el riesgo de enfermedad grave por COVID-19 en todo el mundo, conteniéndola antes que sus cifras sean de mayor impacto. Aunque en esto último hay una real desventaja.
Las expectativas están por todas partes
La incorporación de China fue anunciada de forma oficial, sin embargo se espera la formalización de la misma y los detalles de los términos bajo los que participará.
Mientras esto sucede (que se espera sea en los próximos días), las felicitaciones por la decisión no se han hecho esperar, y los portavoces y autoridades de la alianza se han pronunciado a favor.
Pero China no solo es la causante de la alegría y del crecimiento de las expectativas, recientemente los científicos de la Universidad de Oxford que participan en el programa, han dejado saber que la respuesta inmunológica de la vacuna creada por ellos es fuerte.
Un inicio esperado con ansias
Se espera que para el 2021 las primeras 2.000 millones de vacunas sean producidas y distribuidas en todo el planeta. Aunque se sabe que los actuales fondos del programa, permitirán al inicio apuntar la prioridad hacia los países y economías que forman parte de COVAX.
La participación de China ampliará los fondos y con ello el alcance de la producción y la distribución de la vacuna, haciéndola llegar a más países en menos tiempo.