Venezuela: La Trata de mujeres aumenta
Venezuela en los años 90 era el país del cual nadie se quería ir, la delincuencia a pesar de que iba en aumento, era de poca monta y no organizada, las jóvenes tenían futuro en su propia tierra y ya bien sea trabajando o estudiando, las venezolanas sabían defenderse del día a día sin alejarse de sus familias. Ahora desde que el chavismo se instaló en el poder, toda la nación se volvió un antro de mafias institucionalizadas, evidencia de esto es la penetración del narcotráfico en las altas esferas del poder, hasta la guerra por el oro que ocurre en los estados Amazonas y Bolivar. A lo antes nombrado se suma uno de los peores crímenes para las madres del país caribeño, LA TRATA DE MUJERES, un flagelo que azota a las naciones pobres y que mas incertidumbre y angustia genera en las víctimas y sus seres queridos.
Ojo Global Noticias.
Por: Mario Quiroz
En un trabajo hecho por por Anastasia Moloney y publicado el 19 de Marzo de 2019, para la agencia Reuters, se divulgaron cifras alarmantes sobre el trato de mujeres y menores hacia Colombia.
“Desde 2017 hasta 2018, las autoridades peruanas registraron más de 1700 víctimas de trata de personas, de las cuales el 10 por ciento provenía de Venezuela”, indicó José Iván Dávalos, Jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas en Perú.
“Esta problemática podría empeorar debido a la condición vulnerable en que esta población (de migrantes) ingresa al país”, dijo Dávalos en Lima durante un evento que simbolizaba la lucha contra la trata de personas.
Dos Casos para ilustrar Venezuela
Mérida, México y Medellín.
En el año 2016, Maria Pérez de 22 años, fue víctima de trata de mujeres, proveniente de la localidad de Mucuchies, en el Estado Merida, sus ojos azules, su porte de modelo y su cabello rubio, la hacían atractiva para los pobladores, turistas del páramo y hombres mayores. Un día conoció a Juan, un joven caraqueño de 24 años que le pareció atractivo, empezaron a salir y él le ofreció ayudarla irse a Cancún, México con papeles para trabajar como modelo para trajes de baños, el pago serían 2000 dólares mensuales. De alguna manera Juan le consiguió el pasaporte venezolano, la ingenua muchacha, se traslado a Caracas y después de una semana de vivir en uno de los hoteles en Plaza Venezuela, volaron a Ciudad de México, pero el famoso sitio turístico no era el destino de María.
Después de unas semanas en varias ciudades, María fue trasladada de nuevo al DF de México, allí empezaría a trabajar bajo amenaza de muerte, en Bares nocturnos de alta clase. Solo se le permitía hablar con su familia una vez a la semana, sus redes sociales fueron cerradas y era vigilada de día y de noche, Juan la dejó con los proxenetas mexicanos y luego ella nunca más lo volvió a ver.
Después de seis meses, en noviembre, Maria fue trasladada a Medellín bajo la amenaza de matar a su familia si decía algo o buscaba de escapar, viajó con una señora que era contacto de las mafias del trato de blancas entre México y Colombia. En esa ciudad se dedicó al mismo oficio, y una compañera de origen venezolano la inscribió en las páginas www.secretsbenefits.com y otra conocida como www.seeking.com
Un hombre venezolano de nombre Martín, la contacto y pagó grandes sumas de dinero para salir y tener intimidad con ella, María logró tener acceso a internet y su amiga venezolana le recomendó un artículo publicado por la BBC Mundo «Tienes amigas bonitas».
Al leer el artículo la joven secuestrada no sabía si su enamorado la ayudaría. En la Noche del 26 de Noviembre, Maria se llenó de voluntad y le contó a Martí su historia, el hombre con recursos monetarios, en unas horas contacto a unos amigos de una empresa de vuelos privados y se la llevó a la ciudad a Cucuta, ciudad fronteriza con Venezuela, María pasó al estado Táchira, ya territorio venezolano y de allí tomó un autobús a su natal Mérida. Luego de casi un año fuera de casa, la joven logró llegar a su hogar, contó la historía a sus padres y no salió por tres meses. María no fue contagiada por ninguna enfermedad de transmisión sexual afortunadamente, pero sí sufría de traumas psicológicos, ansiedad, pánico y estrés a cada hora. En la noche del 24 de Marzo, a las 11 pm María recibió una llamada a través del celular de su mamá, era Juan, quién la amenazó de muerte si se atrevía de denunciar el caso, textualmente le dijo que él tenía personas conocidas en el SAIME (Servicio de identificación de Venezuela) y las policías, además de tener contactos en la Fiscalía General de la República, en aquel entonces, a cargo de Luisa Ortega Diaz.
María en su desespero contactó a Martín nuevamente, y este último la ayudo a irse a Miami, en donde actualmente reside, vive con una familia de adultos mayores en Weston, a los cuales cuida y gana dinero para mandarle a su familia en Mérida.
EL Naufragio de Kelly Zambrano.
Kelly Anyerine Zambrano Vera, de 20 años de edad, es uno de los rostros más mediáticos de los 33 venezolanos que desaparecieron el 16 de mayo luego de zarpar de la localidad de Güiria, en el estado Sucre, en una embarcación con destino a Trinidad y Tobago.
Su madre Liliana Vera está segura de qué está viva y que una red de trata de personas, en la que presuntamente participan autoridades venezolanas y de la isla de Trinidad y Tobago, la obliga a prostituirse junto con otras jóvenes migrantes venezolanas.
La tragedia de Kelly empezó, cuando aceptó la propuesta de Romy María Martínez Rodríguez, una amiga de la universidad que le aseguró que podía trabajar, por muy buena paga, como camarera en un hotel de Trinidad y Tobago al lavar platos y tender camas sin necesidad de hablar inglés.
Kelly no tenía cómo cubrir el dinero para los gastos del pasaje terrestre ni de la embarcación que la llevaría a Trinidad, pero Romy le mandó con su hermana 80.000 bolívares en efectivo, en ese entonces, y 220 dólares.
Salió de San Cristóbal el 12 de mayo hacia Güiria, un pueblo costero, del que muchos aseguran está sin ley y se encuentra maldito. El 16 de mayo fue el último día en el que Liliana habló con su hija, alrededor de las 3:00 pm, minutos antes de que partiera en la embarcación.
Al no tener información, comenzó a llamar a Romy: «Siempre me decía que estaban por Isla de Patos, luego que iban por Bocas del Dragón. Me tuvo así hasta el 18 de mayo».
Ese día le pidió a Liliana que no siguiera esperando porque Kelly nunca iba a llegar ya que la lancha había naufragado y todos los tripulantes estaban muertos.
Antes de su fatal viaje, Kelly estuvo hospedada en un hotel, un hombre llamado Ramón se encargó de trasladarla a su propia casa , allí, esperarían el permiso ilegal para zarpar desde Güiria.
La joven en sus últimas conversaciones le dijo a su mamá que quería regresar a Rubio porque no se sentía cómoda, que no le gustaba el lugar en donde estaba y que tampoco le apetecía la comida que le daban.
Luego de la desaparición de Kelly, Dias después su hermano, Yeison Gutiérrez, viajó a Güiria y se dirigió al hotel en donde presuntamente estuvo la joven días antes del zarpe del Ana María, pero su nombre no estaba en los registros.
Luego, cuando formuló la denuncia ante las autoridades y pidió información, dos sujetos lo amenazaron de muerte: le dieron un plazo de dos días para que abandonara el pueblo, de lo contrario su cuerpo iría al fondo del mar ayudado por una bola de plomo que le engancharían en sus pies.
A pesar de los meses, La madre de Kelly, aun tiene esperanzas de que su hija este viva, pero también con la incertidumbre y el silencio de las autoridades, Liliana se llena de desesperación y teme que el asunto quede en el olvido y que nunca pueda ver a su hija.
«A veces no sé qué decir ni qué hacer. Aquí en Rubio nunca hay luz y cuando hay luz, no hay señal telefónica. Es muy difícil para nosotros comunicarnos con las personas que dicen que nos van a prestar ayuda», indicó.
Estos dos casos, han sido denunciados antes las autoridades venezolanas, María corrió con suerte al final, Kelly todavía no aparece, pero ellas para el gobierno de Maduro, son un número más, y esos números seguirán creciendo, ya que el Estado es parte del problema.
Con información del EL Nacional.
Los nombres del escrito sobre el caso Mérida, México y Medellín, fueron cambiados por seguridad de las víctimas