Trump tendrá sus batallas con la prensa
Trump ha acusado a los grandes medios de hacer una campaña injusta hacia su candidatura
Ojo Global Noticias
El presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, Jeff Mason, reprochó que «esa decisión podría dejar a los estadounidenses ciegos sobre su paradero y bienestar (el del magnate) en el caso de una crisis nacional».
En 2001, por ejemplo, la ciudadanía supo -gracias al «pool»- que el entonces presidente, George W. Bush, recibió en una escuela de Florida la noticia de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington.
Ante el alud de críticas, Hope Hicks, portavoz de Trump emitió un comunicado: «Esperamos operar un ‘pool’ tradicional -aseguró- y deseamos desarrollar nuestros planes en un futuro próximo».
El equipo de transición del empresario tampoco facilita su agenda diaria, como pasó en anteriores traspasos presidenciales, para desazón del pequeño grupo de periodistas que intenta cubrir en la Torre Trump de Nueva York las continuas idas y venidas de personas de confianza del multimillonario para confeccionar su Gabinete.
«No tenemos un ‘pool’ formal. Eso cambiará. Uno de los objetivos es mejorar la comunicación. La noche pasada podría haber habido una mejor comunicación», admitió hoy el portavoz del equipo de transición Jason Miller.
Miller se refirió a la salida del magnate y su familia, sin decir nada al «pool», el martes por la noche para cenar en el exclusivo restaurante 21 Club, próximo al rascacielos de la Torre Trump y que ha tenido como comensales a numerosos presidentes de EE.UU.
Ocho días después de las elecciones, Trump tampoco ha ofrecido una rueda de prensa para dar explicaciones de cuestiones como el polémico nombramiento como estratega principal de su Gobierno de Steve Bannon, criticado por sus comentarios racistas y misóginos.
Tras ganar las elecciones de 2008, Obama, por citar un caso, dio su primera conferencia de prensa en calidad de presidente electo el 7 de noviembre, tres días después de los comicios.
Sin embargo, Trump, que durante la campaña abogó por endurecer las leyes de libelo para demandar a reporteros que «deliberadamente» escriban «artículos negativos, horribles y falsos», afrontó su última rueda de prensa el pasado 27 de julio y, de momento, su equipo de transición no ha anunciado planes para la próxima.
Desde que ganó los comicios, el magnate ha concedido dos entrevistas cuidadosamente planificadas, una al diario The Wall Street Journal y otra a Stahl en el programa «60 minutos» de la CBS, pero sin el «toma y daca» habitual en las ruedas de prensa.
Según pudo comprobar Stahl en su conversación con el empresario, el «rencor (de Trump) hacia la prensa es total, vivo y profundo», incluso después de su reconfortante victoria electoral.
Por: Pedro Alonso