El Real Madrid ha convertido la agonía en rutina
Por Ojo Global Noticias/DPA
Redacción
Madrid.- Pocos se mueven mejor en la agonía que el Real Madrid, un equipo que elevó el fútbol a la categoría de deporte de riesgo extremo gracias a remontadas en los últimos instantes de las que tanto disfruta su hinchada. ¿Es cuestión de suerte, de carácter, de orgullo o un poco de todo?
El Santiago Bernabéu vivió el miércoles una de esas noches para el recuerdo al presenciar el increíble triunfo de su equipo por 2-1 ante un Sporting de Portugal que llegó al minuto 88 con ventaja en el marcador.
El Real Madrid estaba a punto de convertirse en el primer campeón vigente en perder en un primer partido de Liga de Campeones. Pero un lanzamiento de falta directa de Cristiano Ronaldo y un cabezazo de Álvaro Morata en los últimos segundos del descuento propiciaron una nueva gesta.
«Esto es el Madrid«, proclamó el técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, todavía con el susto en el cuerpo. «Por eso es el campeón de Europa», reflexionó con amargura Jorge Jesús, el entrenador del Sporting de Portugal.
Magia pura
El Real Madrid ha convertido la agonía en rutina. Desde su puesto de ayudante de Carlo Ancelotti, Zidane observó hace algo más de dos años el gol de Sergio Ramos pasado el minuto 93 que llevó la final de la Liga de Campeones a la prórroga y propició el 4-1 definitivo ante el Atlético de Madrid en Lisboa. La pasada temporada, el equipo blanco ganó el máximo torneo continental en la tanda de penales.
Ya este curso, y en la última edición de la final de la Supercopa de Europa, el Real Madrid fue más allá al marcar dos goles en el último minuto: uno en el tiempo reglamentado y otro en la prórroga. Así ganó al Sevilla por 3-2.
Y el miércoles se salvó de un enorme lío al superar al Sporting. Una derrota le hubiera puesto en una situación muy comprometida en un grupo de la Liga de Campeones en el que también está el poderoso Borussia Dortmund.
Los análisis de la gesta fueron hoy infinitos y una teoría recurrente es la de la enorme fortuna que tiene el Real Madrid y sus goles agónicos. «La flor de Zidane sigue exuberante», aseguró «Sport».
También puede existir un factor de intimidación sobre los rivales, cuyas rodillas tiemblan al oír rugir al Bernabéu cuando el Real Madrid se desencadena. «Debe ser esotérico, pero el gol siempre le llega y todos sus rivales lo saben», opinó «Mundo Deportivo».
Zidane adelante
Por su parte, otras voces hablan del peso del escudo y un grito que sus aficionados expresan en cada partido: «Hasta el final, vamos Real«. Como dijo Zidane: «Forma parte de la historia del Real Madrid. Al Madrid le gusta esto. A la afición le gusta esto. Están acostumbrados, a veces prefieren eso a entrar en casa y decir que hemos ganado fácil».
Y también es cierto que los millones del club sirven, entre otras cosas, para tener un plantel lo suficientemente extenso y virtuoso como para revolucionar los encuentros con los cambios. En la segunda parte ante el Sporting entraron tres internacionales como Morata, James Rodríguez y Lucas Vázquez, y todos ellos resultaron decisivos. A cambio, el equipo portugués fue quitando algunos de sus mejores jugadores porque estaban asfixiados y los que entraron no alcanzaron el mejor nivel.
Otra realidad es que el Real Madrid se está acostumbrando a vivir demasiado en el alambre y corre un inmenso riesgo de caerse. Ante el Sporting fue notoriamente inferior durante 70 minutos y se hizo evidente que tiene cosas que arreglar para evitar quemarse en un futuro.
Lo que está claro es que el Real Madrid forjó una leyenda con su angustiosa forma de ganar, una característica singular que ya está incrustada en sus seguidores. Al finalizar el encuentro del miércoles, el estadio se vació casi en silencio, como si voltear un marcador en los cuatro minutos finales fuera algo ya visto muchas veces. Convirtió en habitual la excepcionalidad.