El papa crea a los 17 nuevos cardenales
El papa causa polémica con la designación de algunos cardenales como por ejemplo el venezolano Baltazar Porras, un sacerdote que es famoso en Venezuela por sus críticas hacia el chavismo
Ojo Global Noticias
Ciudad del Vaticano, 19 nov (EFE).- El papa Francisco creó hoy en la Basílica de San Pedro del Vaticano a los 17 nuevos cardenales, 13 electores y 4 no electores, que se suman ahora a los miembros del Colegio Cardenalicio, en la víspera de la clausura del Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
En la lista de los nuevos cardenales están los arzobispos de Madrid, Carlos Osoro, de Mérida (Venezuela), Baltazar Enrique Porras Cardozo, de Tlalnepantla (México), Carlos Aguiar Retes, y el de Brasilia (Brasil), Sérgio da Rocha.
Procedentes de Estados Unidos, han recibido esta distinción el arzobispo de Chicago, Blase J. Cupich, y el de Indianápolis, Joseph William Tobin, así como el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Kevin Joseph Farrell.
También el nuncio apostólico (diplomático vaticano) en Siria, el italiano Mario Zenari, y los arzobispos de Malinas-Bruselas (Bélgica), Jozef De Kesel, de Bangui (República Centroafricana), Dieudonné Nzapalainga, de Daca (Bangladesh), Patrick D’Rozario; de Puerto Louis (Isla Mauricio), Maurice Piat, y de Puerto Moresby (Papúa Nueva Guinea), John Ribat.
Estos son los 13 nuevos cardenales que tendrán derecho a voto en un futuro cónclave para elegir nuevo pontífice.
Los cuatro cardenales que no podrán participar en la elección por exceder los 80 años son los arzobispos eméritos de Kuala Lumpur (Malasia), Anthony Soter Fernandez, y de Novara (Italia), Renato Corti, el obispo emérito de Mohale’s Hoek (Lesoto), Sebastian Koto Khoarai, y el presbítero de la Archidiócesis de Shkodër-Pult (Albania), el reverendo Ernest Simoni.
La ceremonia comenzó con el saludo del primero de los nuevos cardenales, Mario Zenari.
Posteriormente, el papa pronunció una homilía en la que criticó la indiferencia y pidió a los nuevos purpurados que «sean misericordiosos» con los demás.
«La elección, en vez de mantenerlos en lo alto del monte, en su cumbre, los lleva al corazón de la multitud, los pone en medio de sus tormentos, en el llano de sus vidas. (…) Amen, hagan el bien, bendigan y rueguen», dijo.
«Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman», agregó.
Lamentó que la época actual se caracteriza «por fuertes cuestionamientos e interrogantes a escala mundial» y criticó que en las sociedades contemporáneas exista «la polarización y la exclusión como única forma posible de resolver los conflictos».
En este sentido, se refirió a los inmigrantes y refugiados para subrayar que con frecuencia «se convierte en una amenaza».
«Posee el estado de enemigo. Enemigo por venir de una tierra lejana o por tener otras costumbres. Enemigo por su color de piel, por su idioma o su condición social, enemigo por pensar diferente e inclusive por tener otra fe», sostuvo.
Y se mostró contrario a la indiferencia al prójimo y al «el virus de la polarización y la enemistad se nos cuela en nuestras formas de pensar, de sentir y de actuar».
Acto seguido, trasladó este mensaje a los nuevos cardenales para alentarles a que fomenten la fraternidad en su labor diaria.
«Venimos de tierras lejanas, tenemos diferentes costumbres, color de piel, idiomas y condición social; pensamos distinto e incluso celebramos la fe con ritos diversos. Y nada de esto nos hace enemigos, al contrario, es una de nuestras mayores riquezas», expuso.
«Como Iglesia, seguimos siendo invitados a abrir nuestros ojos para mirar las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad, privados en su dignidad», concluyó.
La ceremonia continuó con la promesa de fidelidad realizada por cada uno de los nuevos cardenales ante el papa.
Después, el pontífice pronunció sus nombres, les impuso la birreta cardenalicia y les entregó el anillo, símbolo de su compromiso universal con la Iglesia Católica.
Este es el tercer consistorio del papa Francisco desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013 y en esta ocasión el pontífice ha elegido designar con la púrpura a 17 cardenales procedentes de 11 países de los cinco continentes, en un gesto que relaciona con la «universalidad de la Iglesia».
A la Basílica vaticana acudieron miles de fieles de todas partes del mundo y también delegaciones de los países de procedencia de los cardenales.
La Santa Sede informó de que desde Venezuela acudió a la ceremonia la asesora del presidente María del Pilar Hernández, mientras que de México estuvo presente el jefe de la Oficina del Gobierno del país, Erasto Martinez Rojas.
Los nuevos cardenales participarán el domingo en la misa que presidirá el papa Francisco en la Plaza de San Pedro y que dará por concluido el Año Santo Extraordinario de la Misericordia, con el cierre de la Puerta Santa de San Pedro.
Baltazar Porras el Cardenal crítico al chavismo
El arzobispo venezolano de la ciudad de Mérida, monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, que fue creado hoy cardenal por el papa Francisco, se ha mostrado como un duro crítico del Gobierno de su país durante los últimos 17 años y ha apostado por el diálogo entre los sectores políticos de Venezuela.
Porras que criticó al Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1954-2013) al comparar en 2007 su gestión con la de «dictadores» como Fidel Castro, Hitler y Mussolini, y que también ha hecho críticas al actual Gobierno de Nicolás Maduro, ha subrayado la necesidad de un diálogo en el país.
Recientemente, tras instalarse la mesa de diálogo entre el Gobierno chavista y la oposición, en la que el Vaticano participa como mediador, aplaudió que se estén «dando pasos» gracias a la «paciencia y a la constancia», pese a que reconoció que existe «una desconfianza muy grande» en la población.
«La situación en Venezuela no es la misma que desde hace un año, se ha ganado muchísimo, uno quisiera que fuera mañana, pero con paciencia y constancia todo se puede», dijo en referencia al diálogo el pasado 15 de noviembre. El arzobispo venezolano considera que su país vive una situación difícil después de que, en su opinión, el gobierno actual haya «destruido lo bueno que había antes» y ha agradecido el «especial interés» que tiene el papa Francisco con Venezuela. «Nunca como ahora en el Vaticano ha habido altos jerarcas que han tenido una relación directa y bastante cercana con la realidad venezolana», dijo.Baltazar
Porras, que nació en Caracas el 10 octubre de 1944 y fue ordenado sacerdote el 30 de julio de 1967, consideró su nombramiento como cardenal como un llamamiento a superar la crisis que vive su país.»Más que un honor es una responsabilidad para que esa luz de Jesucristo y del evangelio sea la que ilumine esa necesaria fraternidad y entendimiento entre todos los venezolanos», dijo al conocer la noticia de su nombramiento.Estudió teología en la Universidad Pontificia de Salamanca en España y diez años más tarde obtuvo el doctorado en teología pastoral.
Fue nombrado arzobispo de Mérida en 1991, después de desempeñarse como obispo auxiliar de esa misma ciudad desde 1983.Entre 1998 y 1999 fue también administrador apostólico en «sede vacante» de la diócesis de San Cristóbal.Además, entre los años 1999 y 2006 ejerció el cargo de presidente en la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y un año más tarde asumió la vicepresidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).Es miembro del Consejo Especial para América del Sínodo de Obispos, un cargo que ostenta desde 1997.Porras es el segundo cardenal que tiene Venezuela en ejercicio y el sexto en la historia del país.
Laura Serrano-Conde