«El ocaso de Chávez», la verdad sobre la muerte del comandante

 

 El periodista de la agencia alemana DPA, Nestor Rojas le hace una entrevista a la escritora de investigación Ludmila Vinogradoff, en la cuál según la información recopilada el gobierno bolivariano mintió sobre la muerte del «comandante», además de emitir decretos a través de una firma digital de Hugo Chávez.

 

Ojo Global Noticias/DPA

 

Por Nestor Rojas

 

CARACAS – ¿Hugo Chávez murió realmente en marzo de 2013? El fallecimiento del mandatario venezolano dejó una serie de dudas e incógnitas que siguen sin aclararse. En medio de la opacidad oficial, el libro «El ocaso de Chávez» intenta arrojar luz sobre la polémica.

La periodista y escritora Ludmila Vinogradoff, una veterana reportera, enfrenta una serie de artimañas de la censura para sacudir con su libro las versiones oficiales sobre el deceso por cáncer del líder bolivariano, anunciado el 5 de marzo de 2013.

 

«Vivo bajo amenaza como reportera. Abandoné la vida que acostumbraba, ya casi ni salgo a la calle. Sufrí mucho para escribir este libro porque tenía que atender el diarismo», dijo sobre las amenazas desde el poder por su trabajo como reportera y su delicada investigación. «Este es un libro moderado, equilibrado, sobre ese caso», agregó en una entrevista con dpa.

Vinogradoff consultó a una serie de especialistas y fuentes cercanas al círculo íntimo de Chávez para responder a las inquietudes sobre la muerte, que según sus investigaciones, pudo haber ocurrido mucho antes de la fecha en que se anunció al país.

 

Chávez murió después de dos años de lucha contra el cáncer. Estando enfermo ganó las elecciones presidenciales de octubre de 2012, pero no pudo asumir su nuevo mandato de seis años ante la agonía por el cáncer terminal.

Cuatro operaciones, tratamientos de radio y quimioterapia y una convalecencia larga en Cuba hablaron de la carrera del comandante contra la muerte.

 

Chávez se despidió del país a comienzos de diciembre de 2012 para someterse a una cuarta operación y pidió a sus seguidores que, en caso de que la enfermedad le impidiera regresar, apoyaran a Nicolás Maduro como su heredero en unas eventuales elecciones.

Entre el triunfo electoral de octubre y su muerte, en marzo de 2013, transcurrieron meses en los cuales el Gobierno anunció medidas ejecutivas firmadas por Chávez, la designación de ministros, emitió decretos y poco antes apareció en fotografías con sus hijas.

 

 

El aparato comunicacional del Gobierno se encargó de emitir con cierta regularidad informes sobre la evolución del enfermo, cada vez dando esperanzas de su posible recuperación.

 

 

La tarde del 5 de marzo de 2013, un lloroso Maduro anunció al país la muerte del comandante, lo que dio comienzo a un peregrinaje de miles de seguidores para ver su cuerpo, exhibido en la sala de honor de la Academia Militar en Caracas.

 

Desde que se anunció su enfermedad, un cáncer en el abdomen, Chávez realizó numerosos viajes a La Habana, donde fue tratado por un equipo de médicos que mantuvo su condición en el misterio.

Vinogradoff consultó al especialista José Rafael Marquina, quien siguió en detalle los anuncios oficiales sobre el cáncer y recibió datos de paramédicos cubanos. Marquina murió en septiembre de 2015, pero dejó una serie de conclusiones «sorprendentes», según la periodista.

 

 

«El lector del libro se sabe engañado, manipulado, sobre todo los chavistas. El Gobierno aprovechó el Internet para controlar los medios de comunicación y por la enfermedad la información fue ocultada para engañar», dijo.

 

 

Según la periodista, el Gobierno se benefició del barril petrolero a 100 dólares y adelantando la campaña a favor de Chávez en 2012, con una serie de programas para «comprar votos».

 

 

«Antes de publicar el libro me tenían amenazada», dijo sobre su trabajo como corresponsal de diarios internacionales, incluyendo el «ABC» de España. «Las consecuencias del engaño las estamos pagando ahora, Chávez no tenía que reelegirse», añadió.

 

 

Para Vinogradoff, los venezolanos votaron por Chávez, quien propuso el llamado «plan de la patria», una serie de pronunciamientos socialistas que Maduro aplica a rajatabla, aconsejado entre otros por gente cercana al partido opositor español Podemos, entre ellos el economista Alfredo Serrano.

 

Vinogradoff dijo que sus fuentes, apoyadas en versiones de paramédicos cubanos, estimaron que Chávez murió alrededor del 30 de diciembre de 2012 a causa de un paro respiratorio.

 

 

«El 5 de enero estaba en condición vegetal, con muerte cerebral y el Gobierno quería prolongar la muerte», dijo, y recordó la polémica sobre la firma digitalizada del mandatario que fue usada para avalar decretos y nombramientos ministeriales. «Él regresó muerto de Cuba (en enero de 2013), lo embalsamaron, lo prepararon hasta el 5 de marzo para dar tiempo a la sucesión», afirmó.

 

 

Según la periodista, con Chávez en cama se emitieron más de 40 decretos con su firma digitalizada, como parte de una gran «colección de mentiras».

 

 

«No estaba en capacidad de hacer campaña electoral, debió haber dejado el Gobierno y ocuparse de su salud y su familia. La cuarta operación ya no la podía aguantar, no se levantó de la cama. Las fuentes me dicen que el tratamiento fue equivocado, él con un tratamiento adecuado podía durar dos años más», aseveró.

 

 

Vinogradoff señaló que en los últimos meses Chávez estuvo sometido a una medicación que sólo le dejaba cuatro horas al día de lucidez y el resto «estaba dormido». «Esas drogas deforman, él estaba gordo. La obsesión por el poder enferma, la ambición lo terminó de matar. Él no aceptaba que lo contradijeran, que le dijeran que estaba mal», indicó.

 

 

La autora sostiene que el Gobierno, en manos de Maduro, entonces vicepresidente, tuvo más dos meses para «preparar la sucesión». Además, relata sus conversaciones con la azafata presidencial Nidia Fajardo, amante de Chávez, que es la parte humana de la tragedia por acompañar al comandante en todos sus viajes. Con Fajardo Chávez tuvo una hija, ahora de seis años.

 

 

«Ella fue su paño de lágrimas, su remanso, el amor secreto mejor guardado. Toda su vida fue un secreto», dijo de Chávez, quien se casó y divorció dos veces.

 

El libro originalmente fue publicado por la editora del diario «El Nacional» con el título de «El ocaso del comandante», pero después de ubicarse entre los más vendidos incursiona ahora como «El ocaso de Chávez» en una nueva edición impresa y digital. Según contó, la primera versión fue «recortada» debido a la escasez de papel, pero la edición digital y de pedidos por Internet fue ampliada con un prólogo y unas conclusiones.

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