Para muchos estadounidenses Hillary Clinton representa «un mal menor»
La mayoría de los jóvenes de Estados Unidos que apoyan a la candidata demócrata dicen que ven su voto más como un castigo contra Trump en lugar de apoyo a la exsecretaria de Estado
Frank López Ballesteros
Ojo Global Noticias
La campaña presidencial de este año en Estados Unidos es más particular que cualquier otra en mucho tiempo, sobre todo, porque los candidatos son verdaderamente opuestos en sus orígenes políticos y en la forma de ver o ejercer el poder.
Se respira simpatía, ánimo, frustración y rabia entre muchos estadounidenses de todas las edades, pero por primera vez una gran mayoría acudirá a votar pensando más en el castigo que en la empatía que genera su «candidato».
Si algo hizo que el aspirante a la candidatura demócrata a la Casa Blanca Bernie Sanders ganara apoyo al comienzo de la contienda, fue su discurso enérgico en el que atacaba a su principal rival en el partido, Hillary Clinton, por ser «más de lo mismo» en el espiral de «fraude y la corrupción» que «reinan» en Wall Street y las grandes entidades financieras de Estados Unidos.
Ese leitmotiv de Sanders con «más de lo mismo» es lo que preocupa a un grueso de los estadounidenses quienes temen que las políticas que casi condujeron a la quiebra del país se mantengan sin que se consiga una renovación al interior del sistema.
Conforme el magnate y showman de Trump rompió todos los esquemas del republicano tradicional que aspira a la presidencia, sus comentarios desatinados compaginan con sus críticas acertadas de la realidad de Estados Unidos, razón por la que una mayoría de estadounidenses blancos de los estados más afectados por el libre comercio o la globalización lo cobijan.
Pero esa forma de ser de Trump llamando al cambio también contrasta con los escándalos alrededor de su figura: los comentarios sexistas contra mujeres, las ofensas a los inmigrantes musulmanes, las dudas sobre sus impuestos, y ahora, las revelaciones de un audio donde expresa comentarios sexuales, hacen que la campaña del candidato entre en crisis.
Ahora que el multimillonarios candidato se ha convertido en un confeso admirador del Gobierno de Rusia, al que EEUU acusa de querer interferir en las elecciones con el hackeo de comunicaciones, los republicanos en el Congreso sienten que una eventual victoria de Trump más que favorecerlos puede perjudicar a las bases tradicionales y conservadoras del partido, por lo que han llamado a boicotear su elección.
Así, para muchos demócratas y republicanos, tanto ciudadanos corrientes como la élite en el poder, Clinton representa la continuidad, «el diablo conocido» mientras Trump siembre muchas dudas.
La voz de la gente
Las encuestas y estudios de investigación están sacando a flote un sentimiento general de muchos estadounidenses de origen latino que dicen que votarán el 8 de noviembre por la candidata demócrata Hillary Clinton más que por empatía, como un muro de contención a Donald Trump, el aspirante del partido republicano.
Seis de cada diez votantes latinos registrados (58%) están a favor de Clinton, mientras que sólo el 19% respalda a Trump, según la Encuesta Nacional del Centro de Investigación Pew, llevada a cabo a finales de septiembre y dada a conocer esta semana.
En Coral Springs, una ciudad ubicada en el condado de Broward en el estado de Florida, los partidarios de Trump esperaron con grandes pancartas y megáfono a que Hillary Clinton llegara para acusarla de ser una «asesina» «mentirosa y corrupta». La candidata visitó la zona a comienzos de octubre y muchos de sus partidarios la fueron a ver.
«Tienes que ir presa, eres una gran mentira para América», se leía en una de las pancartas que sostenía un seguidor de Trump, quien asegura, entre otras perlas, que su rival demócrata es responsable de la muerte del embajador estadounidense en Libia, por haber ignorado sus llamados de auxilio siendo Secretaria de Estado, durante el asedio al consulado americano en Benghazi.
Entre los hispanos presentes en el gimnasio de la escuela donde se celebró el mitin habían reproches de porqué gente de esa comunidad apoyaban al líder republicano, quien ha denigrado a los mexicanos y prometido que construirá un muro en la frontera con México. El tema de las ofensas a las mujeres sobrepasa los cuestionamientos.
Al mismo tiempo que achaca a la inmigración de ser el mayor foco de inestabilidad y problema para Estados Unidos, Trump amenaza con deportar a todos los inmigrantes ilegales, una promesa que tiene al país dividido.
Consuelo Perdomo tiene 56 años, es una inmigrante colombiana que se identifica como demócrata. Se hizo ciudadana estadounidense en 2014 y votará por primera vez en estas elecciones decantándose por Clinton, en quien ve la figura de una mujer fuerte.
«Es que no podemos dejar que ese loco (se refiere a Trump) sea presidente, porque es capaz de hacer mucho daño, yo voy a votar por Hillary porque es la única forma de impedir dañar a nuestro país», remata Consuelo.
¿Solo porque frenaría a Trump? «Bueno ella es una mujer preparada, su esposo fue presidente, pero si a ver vamos no hay nadie más contra Trump», salta a responder esta mujer, una de los 27,5 millones de latinos facultados para votar en estas elecciones.
Su empatía por la ex primera dama y exsecretaria de Estado no la comparte su vecina y compañera de trabaja Rosa Perdona, también colombiana oriunda de Putumayo, una departamento que fue castigado durante años por la violencia guerrillera.
«Llegué a este país huyendo del miedo a la guerrilla, ahora que soy ciudadana voy a votar, y lo haré por Clinton», admite Rosa, aunque remata: «no es que me guste, sino que no hay más remedio. Yo la veo a ella muy estirada (refinada) y sin carisma, no me convence, pero dejar ganar a este loco de Trump sería un desastre».
Los últimos sondeos revelan que Clinton recibe un respaldo menos positivo por parte de los «Millennials latinos» que de los votantes latinos de mayor edad.
La generación Millennials la representan los jóvenes que hoy tienen entre 20 y 35 años de edad que se hicieron adultos con el cambio de milenio, en plena prosperidad económica antes de la Gran Recesión de 2008, según los datos de la revista Forbes.
Alrededor de dos tercios (64%) de los Millennials que apoyan a la candidata describen su apoyo, más como un voto en contra Trump que un voto a favor de ella. Por el contrario, 65% de los más viejos partidarios de Clinton dicen que su respaldo es más un voto para ella que un voto contra Trump, indicaba el estudio del Pew.
Pero esta empatía no es solo un síntoma de los latinos estadounidense, sino de la gran mayoría del país.
En una encuesta realizada en agosto por el Pew Research Center a los adultos de Estados Unidos, la mayoría de los votantes Millennials que apoyaron a Clinton (62%) dijeron que vieron su voto más como un castigo contra Trump en lugar de apoyo a la candidata
Mientras tanto, la mayoría de los seguidores de Clinton de mayor edad (57%) vieron su voto más como una expresión de apoyo a la líder.
A menos de un mes de las elecciones presidenciales, donde también se renovará la mitad del Congreso, Trump enfila su artillería para descalificar a Clinton mostrándola como «incapaz» de gobernar el país y una mujer mentirosa que engañó a la nación.
Mientras Hillary Clinton ataca dejando que el republicano por sí solo se hunda con sus comentarios, los estadounidenses se preguntan si en estas elecciones se votará por resentimiento contra el actual modelo, o como una esperanza de que las cosas, por minúscula que sean, pueden cambiar.