Mariel Ramos, la niña «milagro» en el terremoto de México.

Ojo Global Noticias/EFE

 

México, 2 oct (EFE).- Mariel Ramos es una niña de 9 años que fue aplastada por una losa durante el terremoto del 19 de septiembre en México. Pasó por varios hospitales donde aseguraron que perdería la vida, pero la pericia médica y lo que su padre considera «un milagro» consiguieron salvarla.

 

Su padre, Jorge Ramos, quien habló con Efe horas después de la última cirugía, asegura que la actitud vital de su hija le ayudó a sobrevivir al violento golpe.

 

El caso de «mi hija (…) es un milagro», afirma Ramos, quien recuerda que la familia se encontraba en su vivienda, ubicada en la demarcación de Iztapalapa, a punto de llevar a los niños a la escuela, cuando comenzó el sismo y, aterrorizados, decidieron evacuar la casa.

 

Según salían del condominio, que quedó destruido, el movimiento telúrico mostró toda su violencia e hizo que una barda colapsara y cayera sobre la boca del estómago de Mariel, de tan solo 9 años.

 

«Cuando la vi con su carita, con sus ojos en blanco, pensé que por la misma barda había muerto al instante», recuerda su padre.

 

Mariel únicamente había perdido el sentido, pero su padre no logró asimilarlo, «no sabía si era una pesadilla». Gritó a su esposa para que le ayudara y juntos lograron angustiosamente liberar la losa del cuerpo de la pequeña.

 

La familia llevó rápidamente a la niña a una clínica privada en la que dijeron a sus padres que la menor iba a perder la vida, por lo que decidieron llevarla a otro hospital.

 

El padre salió a la calle a buscar una ambulancia y encontró una patrulla de policía que, superando sus expectativas, llevó a Mariel en helicóptero hasta el Hospital General Balbuena.

 

Allí no había luz pues habían pasado pocas horas desde el caos desatado por el terremoto de magnitud 7,1, lo que obligó a que la niña fuera trasladada al Hospital Pediátrico Moctezuma, después de una transfusión de sangre.

 

Al día siguiente fue llevada al Hospital Magdalena de Salinas, donde fue intervenida quirúrgicamente, luego de que el presidente Enrique Peña Nieto ordenara a los hospitales públicos atender a todos los afectados por el sismo.

 

Cuando llegó a ese centro, la niña recobró el sentido y los médicos le dijeron al padre que se despidiera de ella.

 

El doctor Marco Antonio Torres, jefe de pediatría del hospital, explica a Efe que cuando llegó, la menor tenía «un trauma de abdomen muy severo» y un «estado hemodinámico inestable».

 

«Tuvo una fractura de pelvis masiva» y eso la tenía «en un estado de choque hipovolémico» producido por una pérdida masiva grave de sangre o líquidos del organismo, detalla el pediatra.

 

Ello provocó que Mariel perdiera «un poco el estado de conciencia» y le bajasen «sus signos vitales a lo mínimo permisible».

 

https://youtu.be/kDZynQaaBvA

 

«Las cirugías que se le han realizado se les hacen a niños que tienen fracturas de pelvis inestables y se les ponen placas. Se le pusieron dos placas de un lado y dos placas del otro, por eso fue necesario hacer dos procedimientos quirúrgicos», agrega el doctor.

 

Después de las cirugías, Mariel pasó todo un día durmiendo. La pequeña soñó que jugaba con una niña en el patio de la escuela que le dijo que iba a estar bien y que no tuviera miedo, cuenta su padre.

 

«Tal vez pudo haber sido un angelito que la ayudó», añade.

 

Mariel actualmente se siente bien y continúa con su recuperación en el hospital, mientras ve películas de terror en el celular y arma rompecabezas acompañada de su padre y su abuela.

 

«Fue un verdadero milagro, yo pedí mucho a Dios. (…) Le pedí este milagro y se me dio el milagro. Mi hija prácticamente volvió a nacer», comenta emocionado su padre.

 

El doctor Torres se muestra optimista de una recuperación total tanto a nivel físico como psicológico.

 

«El niño tiene un potencial de recuperación psicoemocional diferente al del adulto. Los niños se recuperan muy rápido. Al adulto le cuesta un poquito más realizar esa recuperación psicológica», señala.

 

El terremoto del 19 de septiembre ha dejado un saldo de 362 muertos, la mayoría de ellos en la capital mexicana, y miles de heridos.

 

 

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