Objetivo de diálogo para Maduro es recuperar terreno perdido.

La estrategia del Chavismo dio resultados,  canjeó 5 presos políticos por la desmovilización,  dividió a la oposición usando el diálogo y ha hecho que su militancia les reclame las últimas acciones emprendidas, lo cual puede significar que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)  pierda el respaldo popular.

 

Ojo Global Noticias

 

Por Mario Randor Quiroz.

 

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, dio un fuerte golpe a la imagen oposición con el proceso de diálogo en Venezuela, a pesar de que varios voceros como el gobernador del estado  Miranda, Henrique Capriles o el presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup, han declarado que dan hasta el 11 de Noviembre para ver señales claras  de que el oficialismo va ceder en los puntos solicitados (elecciones, presos políticos etc).

 

Todo indica que el chavismo ganó el tiempo que quería para dilatar aún más el proceso del referendo revocatorio, desmovilizar a la población molesta que reclama soluciones a la situación del país y buscar las maneras de recuperar el terreno perdido en popularidad y así poder en el futuro competir en procesos electorales.

 

La mayor prueba de esto fue el día martes 1 de Noviembre, cuando el presidente volvió a su discurso de confrontación, esta vez cargó contra el partido del líder encarcelado Leopoldo López, Voluntad Popular, desde un mitin público los señaló de terroristas y amenazó con meter preso al diputado de esa organización Freddy Guevara.

 

Decirle no al Vaticano era difícil, y más cuando se pidió su mediación meses atrás, el problema de la imagen es ser coherentes con las acciones y lo que se dice, y cada circunstancia es distinta de acuerdo a los tiempos.

 

Públicamente la oposición denunció un Golpe de Estado, cuando tribunales penales menores de cinco estados de Venezuela,  anularon la recolección del 20% de las firmas para activar el referendo revocatorio, la población que en un 80%, reclama la salida de Maduro, los secunda con las acciones de protesta. Medios internacionales como el New York Times, Forbes, junto el secretario general de la Organización Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y gobiernos como de Argentina y Perú, declararon que en Venezuela «se había roto el orden democrático».

 

Todo se aglutinó contra Maduro, el chavismo sabía que una movilización como la del 26 de Octubre podría despojarlos del poder, y más cuando casi todo el país demanda su salida, la confrontación estaba desfavorable para los oficialistas tanto a lo interno como a lo externo.

 

La oposición es llamada para un diálogo auspiciado por  la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Vaticano, así como del acompañamiento internacional del ex jefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y de los expresidentes de Panamá Martín Torrijos y de República Dominicana Leonel Fernández.  Las fuerzas democráticas debían asistir por supuesto, «pero antes de sentarse, debes primero ver la silla, porque no sabes si es eléctrica, y el sacerdote que esta allí puede que esté para ayudarte o para leerte la Biblia antes de que te vayas».

 

La no exigencia de condiciones para asistir, e reunirse sin comunicarlo a toda la coalición y militancia, lo único que hizo fue confundir a la opinión publica nacional e internacional, y más cuando en esa reunión estaba el que un día antes había dirigido un asalto con grupos radicales oficialistas a la Asamblea Nacional.

 

Los errores y sus consecuencias

 

El secretario de la MUD,  Jesús «Chuo» Torrealba decide con el permiso de casi todas las organizaciones que agrupan a la coalición,  asistir a una reunión en el Hotel Meliá Caracas, para ver que ofrece un gobierno que estaba contra la pared, eso está muy bien, hay que buscar cualquier solución política  a un conflicto, lo que la oposición no previno fue el efecto comunicacional del encuentro, en toda disputa las negociaciones son publicas cuando los acuerdos están listos, mientras se negocia deben ser secretas, y esto es fundamental, así ninguno de los dos bandos se someterá al escrutinio público, mientras se sigue la línea de acción.

 

¿Qué ofreces tú para no seguir presionando?

 

Parece que la respuesta a está pregunta nunca llegó, el gobierno no tuvo coherencia, libera a cinco rehenes políticos, pero durante las manifestaciones del 26 de Octubre, se detuvieron a 26 personas según Alfredo Romero director del Foro Penal Venezolano. Actualmente hay 111 presos políticos en Venezuela, parece que la oposición no exigió un número especifico (es decir todos) para sentarse a dialogar.

 

Después de la suspensión del referendo, Henrique Capriles y Henry Ramos habían amenazado con acciones más radicales, desde un juicio político, hasta una marcha al palacio de gobierno.

 

Estás palabras se mantuvieron, inclusive cuándo se celebro el primer encuentro formal entre la oposición y el gobierno, pero el 1 de Noviembre la oposición no cumple ninguna de las amenazas, y decide darle un espacio diálogo cediendo el juicio político a Maduro, el caso de su aparente doble nacionalidad y el no marchar a Miraflores.

 

Para la percepción del colectivo  la oposición dio todo a cambio de nada, analistas como Luis Vicente León y el Politólogo Nicmer Evans han declarado que la imagen de la MUD ante su militancia ha quedado pulverizada, por una simple razón, «la comunicación y falta de coherencia en el mensaje», cualquiera se confunde, y más cuando denuncias un golpe de estado, pero negocias con la dictadura, en palabras simples, es como si te dicen «que te voy a dar una casa, pero tienes que ceder el  comer».

 

La ira y frustración de gran parte de la población estalla en la las redes sociales, dónde la peor parte la sufrieron Henrique Capriles, y el secretario de la Mesa de la Mesa de la Unidad (MUD), Jesús «Chuo» Torrealba. hasta la madrugada del 2 de Noviembre, se contaban casí 247 mil twitter insultándolos, y otros reclamándoles.

 

Otro error quizás el más grave es no incluir a todos los sectores de la MUD, los partidos pequeños fueron dejados de lado, Voluntad Popular el partido de López tampoco fue escuchado, y para colmo los estudiantes que son una pieza fundamental a la hora de una resistencia se les dejo  afuera, «antes de usted sentarse hablar con el enemigo, debe primero ver si sus amigos lo apoyan».

 

Esta división en la oposición la vio el pueblo,  en traducción Maduro logró lo que quería, atornillarse y no a expensas del vaticano quien al final es un mediador, sino de la dirigencia opositora que lo adversa por no exigir condiciones para sentarse en la mesa.

 

Lo que viene

 

Analistas internacionales  ven poco probable un adelanto de las elecciones, quizás el chavismo sí libere más presos, pero eso esta por verse,  la realidad es que ¿si suspendí el referendo revocatorio y no luchaste, por qué he darte unas elecciones?

 

La militancia de la oposición por lo pronto esta desconectada de sus líderes, si el diálogo no da resultados, son muchas las dudas que saltan y la más pesada es ¿si podrán convocar de nuevo al pueblo a la calle de la misma forma que el 26 de Octubre?

 

Si la ciudadanía los respalda o no, está en veremos, recordemos que son acusados de traidores, y por mucho que quieran decir que se le dio una oportunidad «diálogo», para el colectivo fue que se entregaron, cómo lo hicieron en el 2014 ante las protestas estudiantiles.

 

No todo está perdido,  recordemos que la oposición no es que sea popular, sino que Maduro es demasiado impopular, y la población demanda su salida porque lo culpa de grave situación socioeconómica que vive el país, pero todo dependerá del discurso y el sacrificio de algunas figuras que quedarán mal paradas ante los ciudadanos, y por el bien de la alianza tendrán que hacerse a un lado.

 

El chavismo por su parte pateará la mesa cuando le convenga, o la usará mientras pueda,  Maduro se lanzará a las calles a ver si recupera algo de su militancia, usará el populismo, el recuerdo del líder muerto y la represión. Nadie quita que adopte las medidas económicas que necesita el país y veamos un milagro con el precio del petróleo,  pero una cosa es segura, la oposición no debe subestimarlo porque al final sigue siendo el presidente y sus radicales se mantienen  unidos, mientras los que luchan en contra el gobierno están en otro cantar con la orquesta desordenada y sin tambores.

 

 

 

 

 

Mario Randor Quiroz es periodista venezolano, Master en Cine y locutor.

Twitter @randorglobal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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