Los miedos de un presidente
Por Francisco de Lorca
Sectores de la oposición en Venezuela han convocado una marcha a nivel nacional para el 1 de Septiembre la cual han llamado «la toma de Caracas» , partidos políticos agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), empresarios, estudiantes y la ciudadania en general se harán presentes en la capital y exigirán su derecho constitucional para la convocatoria de un referéndum revocatorio contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
Venezolanos ubicados en más de 20 países también harán acto de presencia en sus respectivas embajadas y lugares dónde puedan marchar para apoyar la concentración que se dará en el país suramericano. Periodistas internacionales, directores de documentales y agencias de noticias mundiales están llegando a Caracas para cubrir el evento, la razón es que en los actuales momentos muchos analistas políticos, gobiernos y organismos hemisféricos consideran a Venezuela una bomba de tiempo que va a explotar.
El país está sumido en la peor crisis económica de su historia, producto de el bajón en los precios del petróleo, las políticas socialistas erradas que han pasado factura al aparato productivo venezolano y por supuesto la terrible gestión del presidente Nicolás Maduro al mando del gobierno.
Cualquiera en los zapatos de Maduro sentiría miedo, tiene en la calle una población que protesta, saquea y se enfrenta a la represión día a día al no conseguir las mínimas condiciones para vivir, como lo son comer tres veces al día, no perder la vida en un hospital o por la delincuencia y gozar del los servicios básicos (agua, luz, etc). El presidente venezolano sabe que lo único que lo sostiene en el poder son los militares, la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, el sentimiento popular no esta a su favor con casi 80% de la población que pide su salida.
Durante los últimos días el gobierno chavista ha tomado medidas radicales y hasta paranoicas, según medios locales venezolanos como El Nacional y Noticiero Digital, las calles de las principales ciudades venezolanas están militarizadas. Las policías y la guardia nacional han recibido ordenes de estar vigilantes las 24 horas ante cualquier foco de manifestación o reunión.
Personas de diferentes localidades en el país, han empezado su viaje a la capital para participar en la marcha, indigenas de los estados Amazonas y Bolívar tenían días en una caminata simbólica hasta Caracas pero fueron detenidos por cuerpos de seguridad del gobierno madurista. Estudiantes se están organizando a nivel nacional para entrar a la ciudad por diferentes puntos, ya que en las autopistas y arterias secundarias viales, los militares se han instalado con alcabalas para ejecutar un plan de requisas a autobuses y vehículos particulares para retrasar el acceso y hasta devolver a las personas fuera de la capital.
El gobierno venezolano ha suspendido el vuelo de drones hasta el 5 de septiembre, ha expulsado a políticos extranjeros como fue el caso Cynthia Viteri precandidata presidencial de Ecuador y si quiere sumar más, según el periodista venezolano Javier Mayorca en una noticia publicada en el portal Notitotal, los organismos oficiales de transito aéreo han cerrado las rutas de los aviones de uso privado a los aeropuertos, y si piensa que esto es poco, ya corre un rumor de el bloqueo de datos y líneas a celulares para el 1 de septiembre.
Los medios también tendrán lo suyo, Maduro emitió un decreto para que en cadena nacional, las pocas televisoras privadas que quedan en el país junto con el aparato de comunicación estatal, transmitan documentales y reportajes sobre el fallido golpe de Estado en Abril de 2002 contra el difunto presidente Hugo Chávez.
Las últimas declaraciones del primer magistrado venezolano y sus funcionarios han sido incoherentes, por un lado el gobierno acusa un plan de violencia por parte «de la derecha venezolana», pero por el otro, habla de un supuesto golpe de Estado orquestado por los Estados Unidos. De cualquier forma y según encuestadoras venezolanas como Datanalisis, la credibilidad de Nicolás Maduro ronda no más de un 20%, así que por mucho que insista en sus argumentos, el grueso del pueblo «Bolivariano» parece que ya no le cree.
Existe la sombra de la represión estudiantil de 2014, con la diferencia que esta vez no solo son muchachos los que irán a marchar, también se unirán los sectores populares y los más pobres, ya que toda Venezuela padece los mismos problemas causados en gran medida por la revolución bolivariana, el chavismo sabe que en este momento son minoría y hay divisiones internas. Según reportes que circulan en varios medios y fuentes militares, los uniformados no quieren asumir el costo de controlar una posible revuelta a nivel nacional, ya que no tienen conocimiento de quienes están con Maduro y quienes lo abandonarían en un momento de tensión, además está la incertidumbre de sus destinos si estalla una situación de violencia a gran escala en el país.
Nicolás Maduro no debe tener miedo al pueblo, pero si tiene que asumir como gobernante el costo de su mala gestión, los venezolanos solo buscan una salida pacifica y constitucional a la terrible situación que viven, y eso lamentablemente para la revolución pasa por el referéndum revocatorio, ahora si quiere evitarse muchos problemas puede «renunciar», es su derecho como presidente.
Artículo de opinión escrito por el periodista Francisco de Lorca para Ojo Global Noticias