Cuba bajo la incertidumbre de una nueva crisis económica

La disidencia cubana ha denunciado un aumento en la represión policial (Foto/AP)

 

Por Frank López Ballesteros

 

Ojo Global Noticias

 

Está por verse hasta dónde la economía cubana será capaz de soportar una pérdida del respaldo que otorga Venezuela a través de subsidios y negocios, pero el camino hacia la recuperación será largo y no menos que tormentoso para los ciudadanos de la isla, lo que hace temer una nueva ola de refugiados hacia EEUU y mayor represión para callar manifestaciones en las calles.

 

El mandatario cubano, Raúl Castro, reconoció en julio pasado el impacto de la crisis económica producto de la caída de los precios de las materias primas y la situación en Venezuela. Cuba creció en el primer semestre 1%, la mitad de lo estimado por las autoridades.

 

Lo que ocurre en Venezuela, Brasil, China y Rusia, socios tradicionales de la isla, obligó a tomar medidas drásticas como el racionamiento energético y la reducción del gasto público, siendo el mayor ajuste político el remplazo del ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, por Ricardo Cabrisas, muy familiarizado en el negocio exterior.

 

El comercio de bienes entre Cuba y Venezuela representa 40% del intercambio total de la isla, muy por encima del segundo lugar que ocupa China con 12,5%, explicaba el economista cubano Pavel Vidal, en un estudio sobre el impacto del fin de la ayuda de Caracas a La Habana.

 

Venezuela está sumida en una profunda crisis por la caída de los precios del petróleo y su corrupción en el sistema público, además de deudas con proveedores extranjeros que ascienden a 20 mil millones de dólares, según Fedecamaras, la federación de empresarios privados del país.

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que a finales de 2016 la inflación en el país suramericano alcanzará 700% y el PIB se contraerá 8%, una bomba de tiempo para el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

 

La caída de los precios del níquel, el principal producto de exportación del país, impactó las finanzas. Tomando en cuenta que China, su principal comprador ha entrado en recesión, alcanzar la meta de los 600 millones de dólares anuales como se esperaba, será algo difícil para finales de este año.

 

Bombear las finanzas

En medio de la situación venezolana, el Gobierno de Cuba se dispuso a buscar renegociaciones de su deuda externa lo cual le permitiría oxigenar las finanzas. Con España, país al que se que le debe unos 2.700 millones de dólares, firmó recientemente un acuerdo para descontar dinero del total a pagar.

 

En diciembre de 2015 La Habana alcanzó un acuerdo con los 15 países acreedores del Club de París para restructurar su deuda de 11 mil millones de dólares. De esta forma se condonaron 8.500 millones de dólares de intereses y el resto la isla los pagará en 18 años, destacaba la agencia cubana Martí Noticias.

 

“Con respecto a la capacidad crediticia, aun es restringida con la excepción de China y Venezuela, esta última en los marcos del ALBA, situación que no solo es así por la capacidad de pago del país, sino por las propias presiones del gobierno de los EEUU”, explicaba en un ensayo Omar Pérez Villanueva, investigador titular del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana

 

No es algo nuevo

El anuncio de la crisis, o para otros “el estallido”, coincidió con el primer aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, lo cual no deja de inquietar a Washington viendo el repunte de exiliados cubanos hacia territorio estadounidense.

 

Más que torear los cataclismos financieros, el mayor reto de Castro sería el manejo político y social dentro en la isla ante un eventual recorte de las inversiones y negocios con Venezuela, tomando en cuenta un escenario similar de represión y control que vivió Cuba hace 26 años en el llamado “Período Especial”.

 

A pesar de las reformas que adelanta Castro desde 2008, cuando asumió las riendas del país, las familias cubanas no terminan ver mejoras en su calidad de vida. El incremento del turismo, que en 2015 cerró con 3,5 millones de visitas, permitió un repunte en el ingreso de divisas, aunque la profundidad de la crisis es tal que no se aprecia el cambio en el bolsillo de los ciudadanos.

 

Cuba en lo que va del 2016 ha recibido dos millones de turistas, según los datos de esta cartera revelados recientemente, y quiere aprovechar ese flujo de divisas para repuntar las cuentas, pero el asunto va más allá.

 

“La economía cubana necesita con urgencia una profunda transformación económica o estructural, con énfasis en la descentralización…pero la mayor conclusión es que el modelo no funciona”, advertía Pérez Villanueva en el estudio publicado en la web de Estudios de la Economía Cubana.

 

El éxodo de cubanos hacia EEUU ha repuntado en los últimos meses. De julio de 2015 a julio de este año llegaron 44.343 ciudadanos de ese país a territorio estadounidense, unos cuatro mil más que hace 12 meses, revelan datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza citados por el diario El Nuevo Herald.

 

Es  cada vez más notable que los cubanos buscan salir de su país y llegar a EEUU, primero por las malas condiciones de vida en la isla, pero, no menos importante, por temor a que la Casa Blanca revoque el beneficio que concede a los cubanos que pisan suelo estadounidense la residencia permanente.

 

Estrategias y miedos

Cuba ha exigido a EEUU una compensación de 300 mil millones de dólares por el impacto del embargo comercial y los llamados “daños materiales y humanos”, un asunto que está en discusión entre los dos países al calor de los diálogos que se llevan desde 2015. Que Washington apruebe este pago es un asunto más que difícil, complejo, y de concretarse alguna indemnización esto no sanearía la economía de la isla.

 

El embargo comercial de EEUU sobre Cuba, que lleva más de 50 años, deberá ser levantado por el Congreso estadounidense, por lo que será el próximo presidente de la nación norteamericana quien termine de impulsar esta medida. Queda ver si ambos partidos, el demócrata y republicano, acuerdan poner fin a una medida que no llevó democracia como tanto se esperaba.

 

La dependencia cubana de la Unión Soviética (URSS) para 1980 representó 39,30% de su PIB, mientras que de Venezuela llegó en 2012 al 18,3%, según un estudio económico, es decir, que sortear una eventual crisis sería menos difícil que tras lo vivido con el colapso del bloque socialista en 1990, revela una investigación del Cuba Study Group, un centro de análisis con sede en EEUU.

 

En la memoria de los cubanos aún están presentes los recuerdos del “período especial” de 1994, cuando el expresidente Fidel Castro tomó medidas para reimpulsar la economía, lo que disparó el éxodo ilegal y desató una crisis humanitaria. Los expertos no creen que se repita una situación como esta, sin dejar de advertir que las reformas deben acelerarse sin tapujos, y habrá sin duda quienes sufrirán a mediano plazo los recortes previstos este año.

 

Un colapso económico de Venezuela impactará sin duda en Cuba arrastrando a un conjunto de economías del Caribe que aún dependen de las ayudas y subsidios de Caracas.

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